1. Cielo infierno

Era necesario comenzar a describir y poder expulsar lo que adquiría a cada momento.
Esto era así y parecía sencillo. Yo estaba un poco cansado de experimentar fracasos y consideraba que cada vez a mayor velocidad se acercaba el fin. Esperaba un desastre natural catastrófico o incluso un asteroide sobre mi pupila, pero nada parecía llegar.
Por momentos vagaba por líquidos que podían representar utilidad o estrategias para poder inhalar algún gas, pero no resultaba, no había alineación y peor aún, por mi parte existía carencia de valor.
Así todo funcionaba, quizás de forma normal y común, sin embargo, seguía en búsqueda constante de motivación.
Cuando pequeño nunca entendí la silueta de las llaves, tenían esa forma tan poco natural, me costaba entregarle sentido y aplicación, luego los vegetales también me parecían mal, pero con el tiempo la costumbre terminó por hacerlos ganar en mi rutina y ser útiles para todo momento.
Ya soy grande y existen tantas cosas que me producen rechazo, pero considero que de igual forma, se harán parte de esto e incluso lo aceptaré.
Antes deseaba ser un sujeto carente de emociones, y estaría bien, pues todos lo hacen, también si lograba acumular una serie de mentiras en mi caja mental de herramientas, podría desenvolverme mejor y no sería una patología existente sólo en mí, pues para todos existen, ese era el consuelo y mi justificación para en algún momento utilizarlas y engañar, con el fin de sólo pensar en mí y en como podía lograr mi tan ansiada felicidad y tranquilidad. Pero antes de dar inicio a mi desgano y contaminación externa, apareció ella. Lamentablemente tengo el defecto de enfocarme demasiado en las personas que me interesan (lo peor de todo es que jamás se han merecido ese privilegio), y con ella no fue la excepción. Después de pocos días hizo cambiar mi percepción y sentí algo fuerte por ella, muy rápido nos creamos un submundo. Cumplimos dos días ya todo parecía ser diferente, como siempre tal vez lo quise.
Yo no había cambiado mi forma antigua de pensar, pues estaba en proceso de formación, con ella se produjo un periodo de letargo, pero que en ausencia, sólo se retroalimentó y la actitud precedió a la acción.
Ahora con ella vendrían tiempos nuevos y lo sé, llevamos poco, pero tengo esa necesidad irracional y sobretodo, creo que me siento capaz de amarla con un alto grado de locura. Siempre he favorecido las contradicciones.
Todo se viene en tiempo real, porque para flotar siempre existen nubes invisible... en mi atmósfera.