19. Yo no rompí la tranquilidad de la noche

He perdido el rumbo vagando en una ruta sin lógica. No sé si en realidad tendrá sentido continuar con esta trayectoria tan errática.
En diversas ocasiones he escuchado sobre los bloqueos mentales en este tipo de situaciones y no quería experimentarlo ¿Hasta qué punto era culpable Ene de esto que estaba sucediendo? a mí parecer toda la culpa era de ella.
Ella ahora tal vez disfrutaba ese momento que estaba viviendo con ese sujeto, incluso más que todo lo que había disfrutado conmigo. Así es la vida, siempre está presente el reemplazo y eso todos lo sabemos, aunque por momentos nos cueste ver la solución final de los problemas y encontrar nuestro propio rumbo de satisfacción.
Me senté en un rincón a meditar, con poca cordura, pero si muchas lágrimas. Vomité todo lo que tenía, entre tanta basura estaba todo mi asco y mi odio. Encendí un cigarrillo y el filtro que decidí fumar me mantuvo el pésimo sabor, las personas que pasaban por mi alrededor reflejaban pena y yo la comprendía, mi estado era patético, esa es la verdad.

Sucio, con resaca y ojeras, eso era yo.
Bella, linda, preciosa, infinita en mi corazón, eso era ella.
¡Soy un cobarde! La perdí.

He dudado tanto en retomar y continuar esta historia, pero estas son recriminaciones estúpidas, lo que comienza debe terminar. Me levanté y debía llegar donde Ene, a nada.
Las luces nocturnas eran débiles y yo caminaba lentamente, no quería llegar donde estaban ellos haciendo quizás qué.
Al final llegué y vi como sonreía ella con su boca, logré notar como su párpado estaba igual como me gustaba, era tan hermosa y no era yo quien la hacia ver mejor. Otra ola de sensaciones para mí, yo estaba oculto y nadie podía verme, y llegó,… se besaron y fue una impactante puñalada de actos, ella era tan feliz sin mí y eso duele más que la peor golpiza de adversarios cobardes.
Me deshice en lagrimas contenidas, necesitaba algo de saliva para lubricar mi boca y garganta, recordé cuando jugaba solo con el dominó que le faltaban piezas, como con las llaves las marcaba para hacerme trampa, el ajedrez sin alfil que concentró mis derrotas, ahora con una mujer soñadora experimentaba una más.
¿Cierto que es fome perder? Espero que quien lea esto, piense igual que yo y grite: "¡SIIIIIIIII!", así yo me sentiré acompañado en este dolor que siento mientras cuento esta aburrida historia.
Díganme poh, ¿Qué podía hacer ahora? ¿Matarlos? ¿Y para qué?
Esa opción no tenía sentido, y vi que yo no tenía nada que hacer, era nadie, me fui caminando, lo único que tenía era un cuchillo robado.
Caminé y seguí haciéndolo, tarareaba una triste canción de Radiohead, Ene y él rompían colores, yo me desdibujaba en el transparente de mis lágrimas.
Esto yo quería terminarlo enamorándome del nuevo amante de Ene y así hacerla sufrir por todo, ella caería en depresión fruto de esa tendencia homosexual mutua adquirida por sus parejas. También quería matarlos, pero el único que sobraba en el trío, era yo, igual como pasa en los mongolicos.
Me corté la muñeca y las gotas de sangre comenzaron a rebotar, me desvanecí en el piso y cuando desperté no estaba muerto, sino que en una camilla con parches, agujas y unas porquerías que no sé que eran. Luego de dos días salí y físicamente ya estaba sano, nadie podía entender lo que había hecho, para todos yo tan feliz, tan amigote, pero había sido no más,... nadie podía entenderlo.
Pasaron semanas, meses y años y sólo una vez más volví a ver a Ene, es raro, porque vivíamos cerca. No nos hablamos, yo por vergüenza, quizás ella por temor, sólo sé que siguió con él, y está bien, se veían lindos.
Igual la extraño y visito su fotolog constantemente, busco rutas para sólo poder verla porque si, pero soy consiente que en la vida no se puede tener todo lo que uno quiere, ella tiene otras cosas que hacer y yo también, ahora me falta una larga demostración por terminar, “cómo mantener una vida sin pasión”, esa es la tesis.

Fin


PD: No volví a McDonald's, tampoco a buscar estatuas.