viernes, 2 de mayo de 2008

Para un baul

Siento el mouse como una extensión de mi mano, a veces existe demasiado feeling entre nosotros y se mueve y fluye de una forma increíble, en cambio en otras produce excesivo roce con la superficie y no lo siento bien, no puedo mover bien la flecha ni la mano del PDF.
Con Iván pasamos bastante tiempo juntos, sobre todo los viernes y los sábados, yo le pego en la cara (simples e inocentes juegos) y él se enoja, tiene un genio del demonio (enojón al cubo), debe ser como el de su mamá, yo soy más relajado y siempre sé desviarlo de sus enojos y de ahí todo pasa.
En los momentos que peleamos, yo le digo que sólo lo quiero hasta la puerta, en cambio, él es más radical y me dice que no me quiere y no responde mis preguntas, pero luego de molestarlo un rato, se ríe y nos confesamos la verdad,... yo lo quiero hasta Saturno y él me quiere hasta júpiter. Si me baso en estas distancias, se podría pensar que lo mio es más, pero acá hablamos de números casi inimaginables, al borde del infinito, por lo tanto la intuición no es la misma que tenemos en casos finitos.
Hemos hecho algunos tratos, cuando sea un poco más grande yo le enseñaré matemática y a jugar tenis, mientras tanto él me enseña (contra mi voluntad) a dibujar a spiderman en todas las posiciones y colores posibles, hoy ha descubierto como crear el negro en base a sus dos plumones que estaban buenos, ha sido un trabajo doble, porque hemos tenido que pintar dos veces el mismo dibujo, la primera con un color y la segunda con el otro. Por ahora, yo le enseño a jugar ajedrez y me hace unos excelentes jaque mates.
A veces también vamos a ver animales muertos y ballenas gigantes de hueso, aunque para él es un poco complicado entender lo de la muerte de esos animales, que a simple vista podrían parecer vivos ¿quién los mató? ¿y por qué los mataron? ¿no deberían estar en el cielo si están muertos? son preguntas que hace y que son bastantes dificiles de responder para mí. Invento cualquier cosa media increíble, así puedo desarrollar más su lado surrealista, no es necesario la precisión, sino la capacidad de desarrollar su mente y que piense locuras.
No le gusta mucho el cubismo, pero igual reconoce los dibujos y el estilo.
Jugamos a la pelota, pero ya estoy medio viejo parece, porque me canso rápido, menos mal que aún no me siento afectado de lumbago, eso sería muy loser y hoy me encontré dos canas en el poco pelo que me queda, debo reconocer que esto algo me afectó.
Escribí esto, con el fin de tener un recuerdo en un futuro no muy lejano, Iván crece exponencialmente y quizás ni siquiera me de cuenta el momento que esté de mi porte, en carretes y con pololaS (varias, jajaja), a pesar de tener una enorme diferencia de edad, somos amigos (tiene casi prohibido por mí decirme tío), el repite muchas palabras mías, y a veces yo le pego palabras sólo porque me produce risa escucharlo que las diga, que le diga gay a su abuelita es ultra, que diga filete a las cosas que encuentra bien y patética a su madre es de lo más chistoso.
Es tan criticón y hasta mal agradecido, al final es un niño y siento que yo sólo lo consiento, pero está bien, se ve feliz y es inteligente y corre con sus piernas y salta y se resbala en resfalines, esta etapa es para crear algo fuerte y en eso estamos poh. Ha, se me olvido decir que al igual que a mí, le gustan las cintas de moebius y en el jardín tiene onda con la niña más linda de todas, definitivamente, es igual a mí. HA JA

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